EEUU y México han conseguido progresos en las negociaciones sobre el nuevo acuerdo comercial NAFTA, lo que podría poner fin a las tensiones y al punto muerto en las relaciones entre los dos países desde que Donald Trump asumió el cargo de presidente de EEUU. Conversaciones
Después de la última ronda de conversaciones llevadas a cabo este fin de semana, los representantes de ambos países llegaron a un acuerdo sobre partes que resultan fundamentales en el tratado. “Se espera que Canadá se una a las conversaciones en los próximos días para que se firme un acuerdo completo”, anunció Donald Trump en una rueda de prensa el lunes.
Por otra parte, el presidente estadounidense también declaró: “Es un gran día para el comercio. Es un gran día para nuestro país” en el Despacho Oval, desde donde realizó una llamada telefónica televisada con Enrique Peña Nieto, su homólogo mexicano. Asimismo, señaló que el nuevo acuerdo ya no se llamará NAFTA, porque ese nombre tiene connotaciones negativas.
Anteriormente, Peña Nieto dijo en un tuit que había hablado con Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, para expresarle su esperanza de “concluir una negociación trilateral esta semana”.
Un portavoz de Chrystia Freeland, ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, aseguró que Canadá estaba “animada por el optimismo” mostrado por EEUU y México, pero advirtió que un acuerdo completo no era inevitable: “Solo firmaremos un nuevo NAFTA que sea bueno para Canadá y para la clase media”.
Antes de la reunión del lunes, Ildefonso Guajardo, ministro de Economía de México, adelantó que había “solo un pequeño asunto” que discutir antes de hacer el anuncio, pero se negó a revelar de qué se trataba. Por su parte, Trump expresó su optimismo sobre el tema en Twitter: “¡Se avecina un gran acuerdo bueno con México!”.
EEUU y México intensificaron este mes las negociaciones bilaterales sobre una serie de temas -como los automóviles, la agricultura y la energía- que han sido motivo de tensiones comerciales entre los dos países durante muchos años, incluso antes de que Trump fuera elegido.
Sin embargo, los avances conseguidos no implican necesariamente que se firme un nuevo NAFTA.
Cuando Canadá se reincorpore a las negociaciones deberán discutirse algunos de los asuntos más espinosos, como la insistencia de EEUU de que haya una cláusula que diga que el acuerdo debe revisarse cada cinco años y su deseo de seguir aplicando aranceles al acero y al aluminio canadienses y mexicanos, que Ottawa y Ciudad de México quieren que se retiren inmediatamente.
Además, la aprobación por parte de los parlamentos de los tres países constituirá un obstáculo final complicado.
Es probable que el Congreso de EEUU vote sobre el tema en una sesión de “trámite” después de las elecciones legislativas de noviembre o el año que viene, fecha en que puede que haya una mayoría demócrata en el Congreso, en el Senado o en ambas cámaras.
El optimismo sobre el NAFTA hizo subir el peso mexicano y el dólar canadiense frente al dólar estadounidense el lunes por la mañana.
El peso subió un 1,4% a 18,67 pesos por dólar. Además, las Bolsas de EEUU también registraron repuntes: el S&P 500 y el Nasdaq abrieron la jornada en máximos históricos y el Dow Jones subió más de 200 puntos y superó los 26.000 por primera vez desde el 2 de febrero.
“El peso está cobrando fuerza por el creciente optimismo de que México y EEUU lleguen a un acuerdo que sustituya al NAFTA, lo que haría que Canadá se uniera a las conversaciones y se consiguiera un avance global”, anunció Kit Juckes, analista de Société Générale.
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