Nueve buques extranjeros se encuentran anclados en Tuxpan, Veracruz, esperando su turno para desembarcar sus cargas, lo que se suma a la crisis de desabasto de combustibles desatada tras la reciente puesta en marcha de la estrategia contra el huachicoleo y las compras de pánico de los últimos días.
No obstante, en los registros de Marine Traffic se puede constatar que hay al menos 60 buques petroleros en los principales puertos del país como Altamira, Coatzacoalcos, Lázaro Cárdenas, Manzanillo, Salina Cruz, Tampico, Mazatlán, Guaymas, La Paz, Ensenada y Campeche.
Además de que en los próximos días estarían llegando otros 17. Expertos explicaron que el proceso normal de descarga tarda entre 18 y 20 horas, los buques permanecen en la zona de fondeo mientras Pemex les da el visto bueno para dejar la carga, el problema es que hasta el momento no se cuenta con el suficiente espacio de almacenamiento en las instalaciones, debido al cierre del ducto Tuxpan-Azcapotzalco.
“De hecho ahorita todo está lleno, por órdenes de nuestro Presidente están parados los poliductos, es lo que sabemos hasta el momento”, expuso Guillermo Pancardo, empleado de Pemex.
Por su parte, Rocío Nahle declaró: “Nosotros no tenemos conocimiento de que haya una contingencia en la descarga de gasolina, sí hay producto, sí estamos comprando producto… sí es más lento que el ducto, y a la gente se le está pidiendo comprensión para que no haga compras de pánico”.
De acuerdo con funcionarios de la capitanía de puerto, de esos nueve buques el que más tiempo lleva en esta situación es el Tambourin, de Libia, con 41 días de espera, luego de fondear el pasado 2 de diciembre.
Gonzalo Monrroy, experto consultor en energía y director de GMEC, explicó que cada uno de estos buques lleva entre 350 y 400 mil barriles y en promedio la renta de este tipo de tanqueros cuesta entre 30 y 50 mil dólares al día, sin importar si están inactivos esperando turno para descargar.
“Parte de este cuello de botella radica en Pemex, el cierre de ductos, el problema es cómo van a empezar a mover por pipas desde Tuxpan hacia Ciudad de México.
Los niveles de inventarios comienzan a ser cada día más preocupantes, una pregunta que tiene que resolver rápidamente Pemex y la Secretaría de Energía”, sostuvo el experto.
Tras consultar registros de Marine Traffic, se sabe que otros dos buques se sumarán a los que ya esperan, estos son el Nord Pearl, con bandera de Singapur proveniente de Houston, que llegará el 12 de enero, y el Kastos, con bandera de Grecia proveniente de Nueva Orleans, el cual se espera entre a aguas de Tuxpan el 13 de enero.
De acuerdo con funcionarios de la capitanía de puerto consultados, la carga promedio de los buques oscila entre las 35 mil toneladas, es decir que hay 315 mil toneladas de combustible esperando a ser descargadas para poder ser almacenadas y posteriormente distribuidas.
Aunque los lugareños están acostumbrados al ir y venir de grandes buques, sí les causa extrañeza la permanencia de tantos días.
Pero esta no es la única circunstancia extraña en el puerto veracruzano. Desde que el gobierno inició el combate contra el huachicol, la terminal de almacenamiento de Pemex está controlada por la Marina y el poliducto está cerrado.
Aunque los trabajadores dicen que la rutina no ha cambiado, se han tenido que acostumbrar a las revisiones de los marinos.
Fuente: Milenio