Después de tres meses de haber denunciado que fue víctima de tortura, apenas este martes la Fiscalía de Investigaciones Ministeriales acudió a tomar la declaración al ex secretario de Salud, Juan Antonio Nemi Dib.
En una carta abierta que reproducimos íntegra, el exfuncionario que actualmente se encuentra en prisión domiciliaria asegura que debido a la denuncia interpuesta, varios servidores públicos de la Fiscalía le han notificado que, en venganza por sus declaraciones, Winckler promueve una nueva capeta de investigación en su contra.
Nemi Dib pide que su denuncia sea turnada a la PGR y que se haga del conocimiento de la CNDH, “porque es ABSURDO que los mismos que me causaron daño, pusieron en peligro mi vida y la de mi familia y me secuestraron judicialmente con acusaciones aberrantes, sean los mismos que ahora investiguen los delitos que ellos me causaron”.
AQUÍ LA CARTA ÍNTEGRA:
El día de ayer, la Fiscalía de Investigaciones Ministeriales acudió a la vivienda en donde permanezco cursando la ilegal prisión domiciliaria que me fue impuesta, para tomarme declaración (¡después de más de tres meses de que lo denuncié!), en relación con la brutal tortura física y psicológica que sufrí durante mi estancia en el penal de Pacho Viejo, por parte de policías ministeriales del Estado, así como amenazas de muerte contra mí y mi familia, que me hizo en persona y “a nombre del Jefe”, el entonces Director de Operaciones de la Secretaría de Seguridad Pública del pasado Gobierno, además de otras violaciones graves a mis derechos humanos, a lo largo de estos años de infierno.
Todo ello, porque reiteradamente ME NEGUÉ a conceder una declaración judicial con carácter de prueba anticipada, de hechos que NO ME CONSTAN y ni si quiera sé si ocurrieron, contra Javier Duarte de Ochoa y Karime Macías Tubilla.
Jamás consentí tal prueba anticipada. Durante cinco semanas batallamos por todos los medios legales para que se me permitiera acudir al hospital a recibir atención médica, y sólo por la intervención de las Comisiones Nacional y Estatal de Derechos Humanos me fue posible acudir al nosocomio, al que llegué en condiciones de suma gravedad y riesgo de muerte, de acuerdo con la pericial médica de la propia Fiscalía Estatal.
Hago nota que la Secretaría de Seguridad Pública RETRASÓ nueva y deliberadamente mi envío al hospital, a pesar de las medidas cautelares que les fueron indicadas por Derechos Humanos, continuando con la coacción para exigirme tales infundios a los que me opuse reiteradamente. Hago notar que en mi declaración responsabilicé directamente a JORGE WINCKLER de las aberraciones judiciales de las que he sido objeto, de las golpizas y de muchas acciones que evidentemente él ha prohijado y consentido, como filtrar ilegalmente datos de las carpetas de investigación, publicar imágenes y datos míos divulgados por su oficina de prensa y obviamente prohibidos por la ley, destruir brutalmente el principio de presunción de inocencia, propiciar mi linchamiento público, presentar pruebas y testigos falsos, tenerme preso por delitos que NO AMERITAN PRISIÓN, además de que NO LOS COMETÍ y, sobre todo, PROTEGER A LOS VERDADEROS RESPONSABLES de la corrupción, fabricándome a mí averiguaciones falsas y manipuladas Pedí que mi denuncia fuese turnada a la PGR y del conocimiento de la CNDH porque es ABSURDO que los mismos que me causaron daño, pusieron en peligro mi vida y la de mi familia y me secuestraron judicialmente con acusaciones aberrantes, sean los mismos que ahora investiguen los delitos que ellos me causaron.
Por supuesto que después de los terribles acontecimientos del todos conocidos y dadas las amenazas expresas que recibí, temo por la integridad de mi familia y responsabilizo a Winckler y a sus cómplices, así como a los intereses políticos a los que Winckler sirve. Esta mañana, varios servidores públicos de la Fiscalía me han notificado que, en venganza por mis declaraciones de ayer, Winckler, está pronto a intentar una nueva aberración judicial en mi contra, promoviendo una nueva capeta de investigación con la que pretende prolongar mi prisión y los daños irreparables que me ha causado y descalificarme para evitar las consecuencias de mi denuncia.
Además, todo esto también responde a un hecho que Winckler no puede cambiar: se me ha concedido un amparo federal (actualmente en revisión debido alas “chicanadas” del honorable Fiscal General) en el que la propia Justicia Federal señala las aberraciones y falsedades de la acusación en mi contra, y el proceso judicial que me fue inventado, con lo que se demuestra en forma contundente mi absoluta inocencia de las acusaciones del Fiscal, quien no ha hecho otra cosa que proteger a los verdaderos saqueadores de Veracruz y a los aliados políticos de su jefe.
No cometí ningún delito. Soy preso político y víctima de un proyecto de odio, infamia, destrucción y muerte. Le recuerdo a Winckler que yo presenté más de 300 denuncias por los actos de corrupción en SESVER y que él se encargó de desaparecerlas. Pero llegará el tiempo en que pague por sus infamias. Se verá quiénes son los viejos y los nuevos saqueadores de la Secretaría de Salud de Veracruz.
Fuente: Quadratín