Al menos cinco niños murieron en la isla de Tasmania, al sureste de Australia, luego de que el castillo inflable en el que jugaban se elevó hasta 10 metros debido a una fuerte racha de viento, informó la Policía de Tasmania.
En un comunicado, las autoridades locales detallaron que el quinto menor falleció cuando era atendido en el hospital, debido a las heridas provocadas por el accidente en el que se estuvieron involucrados en total nueve niños y niñas de entre 10 y 12 años.
Las otras víctimas mortales, dos niños y dos niñas, fueron notificadas poco después del incidente, mientras que otros cuatro continúan heridos en el hospital.
“Estos niños estaban celebrando su último día de escuela, en lugar de eso, todos estamos de luto por su pérdida”, dijo a los medios el comisionado de policía de Tasmania, Darren Hine.
Según la investigación preliminar, una fuerte racha de viento levantó por los aires al castillo inflable, desde donde los niños cayeron desde una altura de unos diez metros alrededor de las 10:00 horas de ayer.
La Policía no ha confirmado qué se usó para anclar al suelo el castillo y ha evitado revelar las edades de las víctimas.
El primer ministro, Scott Morrison, mandó sus condolencias a los familiares de las víctimas y dijo que estaba “destrozado por esta tragedia inimaginable”, en declaraciones a los medios locales.
Morrison agregó que pondrá todos los recursos necesarios al servicio de las familias y de la comunidad afectadas por la tragedia para ayudarles en lo que sea necesario.
El secretario del Departamento de Educación de Tasmania, Tim Bullard, aseveró que la prioridad es atender a las víctimas y los familiares, también con ayuda psicológica.
“Tenemos un equipo en el lugar para prestar apoyo a los alumnos y los empleado, y esto incluye psicólogos, trabajadores sociales y capellanes”, explicó Bullard.
En los últimos 20 años, han ocurrido accidentes relacionados con castillos inflables en otros países, como en España, donde al menos tres menores murieron y más de medio centenar resultaron heridos.