El activista forestal administraba un santuario de la mariposa Monarca en Ocampo, Michoacán, una región conocida por la presencia de grupos criminales que a menudo sobornan o amenazan a policías locales para que trabajen con ellos.
Desde su desaparición, el pasado 13 de enero, la familia de Homero Gómez denunció que el defensor ambiental había recibido amenazas de esos grupos del crimen organizado, debido a su lucha permanente contra la tala ilegal en el área.
El santuario que manejaba Gómez, abrió en noviembre pasado como parte de su estrategia para detener la tala ilegal, en un hábitat clave para la mariposa Monarca.
Días antes de su desaparición, Homero publicó entonces, en su cuenta de Twitter, una invitación para visitar el santuario.
También, el 31 de diciembre de 2019, presumió a el Santuario El Rosario, de Ocampo, Michoacán, como “el más grande del mundo”.
Homero era ingeniero agrónomo, especialista en fitotecnia. Sus estudios los realizó en la Universidad Autónoma de Chapingo.
Después de su desaparición, organizaciones exigieron a las autoridades de Michoacán que lo hallaran y llevaran a los responsables ante la justicia.
Los asesinatos de al menos 24 defensores de derechos humanos y 11 periodistas han puesto el primer año del Presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) en la misma senda de violencia hacia estos colectivos que la registrada en años anteriores en México.



