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La inflación amenaza la recuperación económica mundial

Lo que se contemplaba como un problema temporal ahora ha comenzado complicarse y amenaza con extenderse mucho más tiempo de lo previsto y en gran parte del mundo: sí, estamos hablando de la inflación. Entre los factores que han presionado a los precios en las últimas semanas se encuentran el aumento en los costos de los fletes marítimos, el repunte en los energéticos y las materias primas, y los cuellos de botella en centros logísticos, coincidieron analistas de Franklin Templeton Investments, Banco Base y CI Banco.

“La inflación ha seguido subiendo a pesar de que todo lo que tiene que ver con COVID-19 bajó en los últimos meses. A la hora de separar la inflación en alimentos, energía; o inflación sin alimentos ni energía vemos como la mayor parte de esta subida ha venido de los energéticos”, afirmó Jorge Marmolejo, vicepresidente y manager de portafolio de Franklin Templeton México. A estos problemas se le suma la escasez de chips semiconductores que obligó a armadoras como General Motors a realizar paros técnicos en su planta de Michigan. Otro factor de preocupación tiene que ver con el ritmo desigual de vacunación a nivel mundial, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI). Cerca del 58% de la población en las economías avanzadas ya está completamente inmunizada, en comparación con el 36% en las economías emergentes y menos del 5% en los países pobres. ‘Deberíamos preocuparnos por esta divergencia porque mientras se amplíe este riesgo de interrupciones en las cadenas de suministro globales será mayor la presión sobre los precios, la presión sobre la inflación será más alta’, dijo la directora del organismo, Kristalina Georgieva. Ante este escenario, los encargados de las finanzas de los países del G20 se comprometieron a mantener el apoyo fiscal en sus economías, sin perder de vista la inflación. Dadas las crecientes presiones inflacionarias por los cuellos de botella y la escasez en la cadena de suministro, los líderes dijeron que los bancos centrales están ‘vigilando de cerca la dinámica actual de los precios’. El alza de precios a tasa anual en Estados Unidos durante septiembre se ubicó en 5.4%, por arriba del 5% por quinto mes consecutivo, algo que no se veía desde 1990, destacó Banco Base en un reporte. “Se espera que continúen las presiones por parte de la oferta, por lo que se estima que en el resto del año la inflación anual se mantenga por arriba del 5%, promediando una inflación anual promedio cercana a 4.4% en el 2021”, anticipó. El índice de precios bajará del 5% hacia marzo del próximo año, por debajo del 3% en junio y llegará a la meta de la Fed de 2% hacia el último trimestre; logrando un promedio de 3.2% en 2022, estimó Banco Base. Por su parte, CI Banco externó su preocupación por los precios de los energéticos –petróleo crudo, gas natural, gas LP, carbón, diésel, entre otros-, debido a que pueden poner “en duda la recuperación de la economía” global.

México

“La demanda global de petróleo volverá a niveles pre-pandemia para fin de año y los recortes a la producción siguen vigentes y gestionados apropiadamente para mantener una recuperación sostenible de precios”, apuntaron en un reporte James Beaumont y Nuno Teixeira, managers de portafolio de Natixis IM. El problema con el alza en el precio del petróleo, señalan, no solo tiene que ver con un aumento de los precios totales, sino con que la inflación se mantenga elevada por más tiempo –afectando las expectativas para 2022-, lo que podría llevar a los bancos centrales a adelantar el retiro de estímulos monetarios y a elevar sus tasas de interés (algo que la Reserva Federal ya prepara ). “La combinación de alta inflación y caída en la actividad económica se le conoce en el argot como estanflación”, señaló el banco. En Europa, crisis energética no muestra signos de disminuir, lo que significa presiones de costos considerables para las empresas y los consumidores que enfrentan la perspectiva de tener menos dinero en el bolsillo para gastar en productos y servicios, lo que tiene un efecto negativo en la economía’, dijo recientemente Russ Mold, director de inversiones de AJ Bell. Sin embargo, “no va por ahí, no todavía. Se esperan crecimientos razonables para el próximo año, pero empieza a crecer la probabilidad de que haya inflaciones altas con un crecimiento no tan alto”, precisó Marmolejo de Franklin Templeton. México, cuyo principal socio comercial es Estados Unidos y al ser un importador de combustibles, no escapa al aumento de precios en las gasolinas, el gas LP y otros energéticos necesarios para la industria y la generación de electricidad. El índice de precios al consumidor de septiembre llegó a 6%, superado por el 6.08% de abril de este año, el 6.77% de diciembre y el 6.66% de agosto, ambos de 2017, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Banco de México (Banxico), que este año ya aumentó la tasa de interés de referencia en tres ocasiones, modificó en su último informe trimestral su expectativa de cuándo la inflación convergerá hacia la meta de 3% +/- un punto porcentual, hacia la segunda mitad del próximo año, cuando previamente había dicho que sería en el segundo trimestre de 2022. El subgobernador Jonathan Heath previó que a partir de 2023 la economía nacional comenzará a recuperar lo perdido desde 2019, aunque consideró que la expansión será ‘relativamente lenta’ por la falta de inversión privada. Heath proyectó que hacia finales del año entrante la actividad económica mexicana va a estar alcanzado el pico registrado durante 2018, para comenzar su expansión en 2023. ‘A partir ya del 2023, estamos anticipando una expansión, pero también una expansión relativamente lenta, donde el factor más ausente es la inversión privada, y ese va a ser realmente, yo creo, el verdadero reto del 2023 en adelante’, dijo en un podcast del grupo financiero Banorte.

Información de Reuters
 José Avila/Expansión